Origine dei Cognomi delle Famiglie Toscane a Mar del Plata


El siguiente proyecto fue presentado a la Región Toscana, con el objetivo de indagar sobre las historias de la inmigración de familias toscanas a la Argentina y su radicación en la ciudad de Mar del Plata.

Además de esta publicación, se han desarrollado conferencias sobre la Inmigración Toscana en Mar del Plata en la Feria del Libro a fines del año 2009

Benedetti

Alfonso, Angiolo, Piero y Raffaello Benedetti, nacieron del matrimonio formado por Santina Profeti y Pietro Benedetti.

Angiolo Benedetti, quien fue dado a luz por su madre Santina el 5 de mayo de 1920 en Montecastello, comuna Pontedera, provincia de Pisa.

Sus primeros pasos en el deseo de independizarse lo vieron trabajando como tapicero en la ciudad de Génova.

Contrae enlace con  Emilia Eugenia Poggio el 4 de mayo de 1946 en Sestri Ponente, Génova, de cuya unión nace en Pontedera su primer hijo Franco el 28 de febrero de 1947.
En la búsqueda de un mayor bienestar para toda su familia, deciden emigrar hacia la R. Argentina donde ya se encontraba su hermano Alfonso, aceptando la invitación que le efectuara su tío Lionello Profeti que ya estaba establecido en el ramo de la hotelería en la ciudad de Mar del Plata.

El grupo familiar encabezado por Angiolo Benedetti y su señora e hijo, junto con sus padres y hermanos, cuñadas y sobrinos, parten del puerto de Génova el 22 de noviembre de 1949 en el vapor Buenos Aires, arribando al puerto del mismo nombre el 15 de diciembre del igual año. Una vez en la ciudad de Mar del Plata, su primera casa se ubica en la calle Belgrano 4263. 

También incursionaron en otras actividades como la de la hotelería y gastronomía.
Es de destacar que pudo desarrollar otras tareas en el ámbito social, participando activamente en entidades que nuclean a las colectividades italianas residentes en la ciudad. Fue miembro de las instituciones “Circolo, Piccoli e Grandi Uomini”, “Associazione ex Combattenti d´Italia” y “Centro Italiano Marplatense” siendo de esta última, uno de sus dignos presidentes.
Entre este tipo de actividades, participa también el 4 de octubre de 1988 como socio fundador de la asociación  “Famiglia Toscana”,  de la que fuera su primer presidente.

Después de 35 años de haber arribado a este país, regresó a Italia para visitar en su pueblo natal a familiares y amigos que aún permanecían allí. Falleció el 17 de marzo de 1993 en la ciudad de Mar del Plata. Su descendencia se compone de sus dos hijos y ocho nietos.


Alfonso Benedetti, quien había nacido en Pontedera, en la provincia de Pisa (Italia) el 9 de septiembre de 1910. 

El 24 de septiembre de 1933 se casó con María Montagnani de la vecina Comuna de Santa María a Monte, mujer que lo acompañó toda su vida y con la que tuvo 5 hijos.

Alfonso Benedetti y María Montagnani, cuando contrajeron matrimonio.
Santa María a Monte (Pisa, Italia), el 24 de Septiembre 1933

 

Falleció en Mar del Plata (Argentina) el 29 de octubre de 1984.Esta es la historia de una gran familia que como tantas otras se unió al gran caudal de inmigrantes. Una familia que dejó su patria natal escapando del horror de las guerras para buscar lugares más tranquilos y prósperos. Me refiero a “gran familia” porque en realidad SI era grande. 

Éramos 15 personas con el apellido Benedetti que el 15 de diciembre de 1949 llegamos al puerto de Buenos Aires en el barco carguero Ciudad de Buenos Aires, luego de 23 días de travesía.
Alfonso Benedetti en la costanera de Mar del Plata en su viaje previo a la llegada de su familia. 
Alfonso llegó a Mar del Plata 8 meses antes que su familia para preparar la casa donde vivirían y el taller donde trabajarían.  
Mar del Plata, Argentina, 1949

El artífice de la aventura que relataré, fue ALFONSO BENEDETTI, mi papá. Lo recuerdo como si fuera ayer: estábamos en guerra, yo tenía 7 años, ululaba la sirena para avisarnos la llegada de aviones para bombardearnos, escapábamos de la casa hacia la campaña para estar más seguros y él, mi papá, llorando gritaba que si no nos mataban, cuando terminara todo eso nos iríamos de Italia.


Y así fue. A esta aventura se unieron sus hermanos: Piero, Ángel y Rafael. De modo que los 4 hermanos, las 4 esposas, nosotros los hijos y los abuelos paternos éramos en total 15 personas. Alfonso llegó a Argentina el 21 de mayo de 1949 en el buque Salta, 7 meses antes que el resto de la familia. Se trasladó directamente a Mar del Plata, donde allí lo estaban esperando sus parientes.



Con la ayuda de los tíos Profeti ya radicados acá, construyeron la casa para todos nosotros y el taller donde se instaló la fábrica de carrocerías de autos cuya firma comercial fue ”Benedetti hermanos sociedad de hecho”. En esa empresa se ejecutaron trabajos muy importantes del rubro, como por ejemplo para la empresa de transporte de pasajeros Costera Criolla, para las concesionarias de automotores Sussex S.R.L. y Fangio y Cia. S.A.
Es importante destacar que ello fue así, por cuanto los oficios de los 4 hermanos se complementaban y ofrecieron siempre trabajos de verdaderos artesanos y de muy buena calidad. Alfonso fue una persona sumamente honesta y trabajadora, muy capaz en su oficio como modelista. En este oficio fue único en Mar del Plata por muchos años, por lo que para dirigirse a otra persona con esa especialidad se debía recurrir a la ciudad de Tandil.
También es propio recordar que el taller funcionó como “taller escuela”, donde jóvenes de 12 y 13 años aprendieron el oficio y con el tiempo pusieron sus propios talleres.
En otro orden de cosas, merecen un párrafo aparte el trabajo de las 4 esposas, que a su vez eran entre ellas concuñadas y cuyas edades iban de 20 a 40 años, era incansable y sostenía el buen funcionamiento de todo el grupo. La realidad era que las 15 personas debían vivir en una sola casa, comer en la misma gran mesa. Solo los dormitorios eran privados, pero el resto de las dependencias y su mantenimiento era a compartir entre las concuñadas. Estas 4 señoras se las ingeniaron para organizar todo muy bien.
La convivencia de las 4 familias con los abuelos paternos, duró 9 años aproximadamente, durante el transcurso de los cuales se sumó el nacimiento de 7 bebés, por lo que llegamos a ser 22 personas. Pese a esto, jamás faltó entre estas personas el respeto y todos lograron de maravilla poder convivir armónicamente. Un ejemplo!!!
Luego de los 9 años en el taller, Alfonso incursionó en la hotelería, llevando adelante modestos hoteles familiares, siempre acompañado de su esposa e hijos.
A pesar de lo rústico de su oficio, Alfonso tenía mucha sensibilidad artística, y con su gran amigo Emilio Casarosa se reunían a pintar obras de arte, aunque nunca tomaron clases con profesores. También le gustaba la música: en su pueblo italiano Montecálvoli pertenecía al coro de la Iglesia y tocaba un instrumento. Conocía todas las óperas y los más grandes músicos, y cuando podía, asistía a algún espectáculo de ese estilo.
Alfonso nació un hogar muy humilde. Pese a esto, su inteligencia y gran fuerza de voluntad le permitieron superarse y junto con su esposa brindaron a sus 4 hijos la tranquilidad de un hogar sin sobresaltos, además del invalorable ejemplo de amor al trabajo que les dio día a día. Alfonso y María tuvieron en total 14 nietos. Cabe aclarar que los tres hijos mayores (dos varones y la que suscribe) les fuimos dando a mis padres 10 nietas mujeres!!! Una tras otra!!!, era cosa de no creer. Don Alfonso, siempre perplejo porque de cada panza nacía otra niña ya se hacía a la idea de que la rama de su apellido quedaría trunca. Sin embargo, el último de sus hijos, José Pedro, el único que nació en Argentina, balanceó un poco la cosa aportando a la familia 3 varones y mas una nena!!! Siempre fue un abuelo muy presente y sus nietos, lo recuerdan con mucho amor y respeto. 

 

Alfonso y María, su mujer, regresaron por primera vez a Italia en el año 1970. Luego de tantos años de ausencia, y habiendo partido luego de la guerra, quedaron deslumbrados por el gran progreso que ya se estaba desarrollando en su tierra natal. Sin embargo, una gran nostalgia por la partida siempre inundó sus corazones.



Si alguna vez Alfonso y María pensaron en regresar a Italia, esa idea se borró rápidamente de sus mentes puesto que sus tres hijos mayores  ya se habían casado y formado familia con personas de origen no italiano. Además, su hijo menor desarrollaba sus estudios en Argentina. Regresaron una vez mas, en el año 1978.


 
Esta biografía ha sido elaborada por Adriana Benedetti hija de don Alfonso

Bertozzi

En la ciudad de Mar del Plata la historia de de la familia se inicia con la vida de Giuseppe Bertozzi a quien todos lo llamaban  "Pepe". 

El era un hombre dulce, cariñoso, generoso, muy amigo de sus amigos y querido por todo el mundo. 

Era alto, medía l,80 mts., delgado, tenia cabellos castaños, ojos grises que le cambiaban con el tiempo, muy pintón.
Sus padres Gaetano Bertozzi y Emilia Pagliardini, tuvieron ocho hijos, Ermida (1905), Angiola (1908), Pascual (1910), Doménico (1912), Francesco (1914), Giuseppe (1918), Marco (1921), Gino (1925).

Pepe nació el 12 de octubre de 1918 en BADIA TEDALDA, PROVINCIA de AREZZO, región Toscana. 

La mayor de las hermanas, Ermida, tuvo un hijo siendo soltera y para evitar el qué dirán de la gente del pueblo, los padres lo anotaron como hijo propio, a quién llamaron Atilio.


Cuando tenía tan sólo 11 años, los padres por cuestiones de un mejor trabajo, partieron de Arezzo, en la Región Toscana, a la zona de Le Marche, más precisamente al Peglio, Provincia de Pésaro.




Mientras realizaba el servicio militar obligatorio, lo alistaron en las Fuerzas Armadas el 29 de mayo de 1939, bajo la matrícula 715, con el inicio de la Segunda Guerra Mundial; también alistaron a sus hermanos mayores; excepto Marco, porque padecía una enfermedad crónica.

Los alemanes lo tomaron prisionero en Grecia y lo trasladaron a Dresde, una ciudad de Alemania; allí tuvo que realizar trabajos forzados, como levantar las vías del ferrocarril. Fue una época difícil, le daban sólo para comer un trozo de pan y un plato de caldo, que parecía agua sucia caliente; por miedo a que la comida estuviese envenenada, juntaba yuyos para comer, y como consecuencia de todo esto, contrajo la fiebre malaria. Estas condiciones las padeció por bastante tiempo, pero gracias a su fuerza de voluntad, las ganas de ver a sus seres queridos y la ayuda de Dios logró regresó con su familia al finalizar la guerra el 29 de noviembre de 1945.


 
Durante la guerra, los padres de Pepe preparaban quesos, pan, jamones y lo almacenaban para poder subsistir. Un día llegaron los alemanes a la casa paterna con el fin de llevarse toda la mercadería que tenían guardada, Marco uno de los hermanos más chicos les quiso hacer frente y sin mediar palabra, un alemán levantó su arma y le disparó, muriendo así en los brazos de su madre y sin poder impedir que los despojaran de sus alimentos que con tanto sacrificio habían elaborado. 
Después que le dieron el alta al finalizar la guerra, retornó a su casa; su padre que estaba muy enfermo, al verlo le dijo: “ahora sí puedo morir en paz”, cosa que sucedió pocos días después. Él tuvo la sensación que lo esperaba para morir porque eran muy compañeros. 
A pesar de la enfermedad de su padre, su madre mantenía una "relación cercana" con el cura del pueblo, Pepe se enteró cuando un día la madre apareció con el cura a la casa con el fin de quedarse a vivir allí. Fue ese día que los echó a los dos.
Se puso de novio con Anna Passeri, quien había nacido el 26 de Julio de 1927, en el Peglio, Urbino, Provincia de Pesara, nueve años menor que Pepe. Favoreció mucho en su relación con Ana, la gran amistad que tenia con los hermanos de ella.
Finalmente, le propuso casamiento y el 30 de Agosto 1947 se casaron en Urbanía, ambos trabajaban de campesinos.
Pepe y Ana fueron padres de tres hijos, Gaetano que nació el 25 de junio de 1948, y como consecuencia de una neumonía falleció a los 10 días; después de unos meses Ana queda embarazada y el 30 de noviembre de 1949 nació Carlo en el Peglio.
Un tío de Ana, Antonio Passeri que vivía en Argentina desde 1930/32 aproximadamente, ante los fuertes rumores del comienzo de otra guerra, los llamó para que vinieran para Argentina, haciéndose responsable por ellos. Es así que el 22 de abril de 1952 del Puerto de Genova en el Buque Santa Fe, Pepe, Ana y Cario con tan sólo dos años y medio partieron rumbo a Argentina, llegando al puerto de Buenos Aires el 11 de mayo de 1952 y de allí viajaron directamente a Mar del Plata.
Los tres vivieron junto a los tíos en un chalet que ellos cuidaban en Alberti y AIem; esto hasta el mes de diciembre, que venían los propietarios de la casa y ellos debían alquilar por el verano en otra zona, más precisamente en el barrio La Perla, en una pensión.
Pepe trabajaba como jardinero, hasta que consiguió trabajo como operario en una fábrica de mosaicos muy reconocida en esa época. Allí tuvo que soportar la burla de los compañeros por no hablar español, donde le decían "tano bruto"; pero su carácter aguerrido lo hizo seguir adelante. En marzo, consiguieron ser los caseros de un chalet por el invierno en la calle Alem entre Roca y San Lorenzo, allí estuvieron por seis inviernos, ya que durante el verano la habitaban sus propietarios; fue por ese entonces que Pepe dejó de trabajar en la fábrica de mosaicos porque el polvillo le afectaba los pulmones. En los veranos que tenían que dejar el chalet, alquilaban en una pensión en la zona de la Terminal, Avellaneda y Las Heras, hasta que en 1959, consiguieron ser los caseros y tener vivienda todo el año en el chalet 'Villa Regina", que era la residencia que el Presidente Marcelo T. de Alvear había mandado construir para su esposa la Señora Regina Pacini.
El 26 de abril de 1955, nació su tercera hija María Virginia.
Vivir en el chalet Villa Regina, les permitía ahorrar para poder comprar un terreno, y luego construir una casa.
Todos los italianos, amigos, se ayudaban unos a otros para poder construir y tener cada uno su casa.
El chalet Villa Regina ubicado en Formosa y Aristóbulo del Valle tenía dos lotes adicionales uno por la calle Formosa y el otro por Alem; allí no sólo tenían gallinas y quinta con todo tipo de verduras y hortalizas y sino que también se preparaban los almácigos de las flores que luego ponía en los jardines. Además, construyó dos canchas de bochas, donde todos los italianos se juntaban los sábados y domingos por las tardes a jugar y para comer unos asados todos juntos. Participó en muchos torneos, en las Tres Venecias y en el Bochín Club; lo invitaban porque era muy buen bochador; también le gustaba jugar al bowling. Era tal su gusto por ese entretenimiento que, construyó una cancha de bochas en Comercial Rugby Club de Sierra de los Padres, donde jugaba su hijo Carlo.
En 1963, compró un terreno en la calle Almafuerte entre Rivas y Lavalle y cuando le dijeron que al lado construirían una comisaría, no dudó un instante y lo vendió. En 1964 compró otro terreno a la misma altura, pero sobre la calle Alvarado y allí construyó la casa en tres etapas: en la primera los dormitorios, el baño, la cocina y el comedor, en la segunda, se construyó el garaje y dependencia de servicio. Con todo este conjunto, Pepe  alquilaba su chalet en las temporadas de verano, y en una oportunidad le solicitaron por 24 meses; accedió porque lo que cobraba de alquiler le alcanzaba para construir sobre el garaje, un departamento de dos ambientes. El inquilino cumplió parcialmente, hasta que en un determinado momento dejaron de pagar; pasó uno, pasaron dos meses, no llegó al tercero porque cansado del incumplimiento, les dijo: que construir esa casa le costó mucho sacrificio, y si al día siguiente no se iban, traía kerosén y la quemaba. Su presencia y firmeza imponía respeto, y al día siguiente estaba el camión de mudanza llevándose el inquilino sus cosas y desalojando la casa. Fue así que decidió no alquilar nunca más y en abril de 1978, se mudaron definitivamente a la casa y en ese mismo mes y año por primera vez retornó a Italia.
Regresaba a su tierra después de 26 años de su partida, oportunidad en que viajó solo; fue movilizador, ya que pudo volver a ver a todos sus hermanos. En 1986 lo hizo con su esposa Ana y su hijo Carlo, en esa ocasión algunos de sus hermanos ya habían fallecido. En 1990 realizó su último viaje junto a Ana, no obstante, siguieron manteniendo contacto con la familia al menos una vez al mes telefónicamente.
A pesar de su condición de vida modesta, con mucho sacrificio, pudo darle a sus hijos la posibilidad de que estudiaran. Su hijo Carlo, es profesional de Ciencias Económicas y su hija María Virginia siguió la misma carrera, pero no alcanzó a completar sus estudios.

Vio a sus hijos casados y tuvo 5 nietos.
Después que fallece Hugo, su yerno, a Pepe le descubren cáncer de colon y debido a su edad avanzada y a lo riesgosa de la operación por lo extenso en la duración de la misma, los médicos aconsejaron no operarlo por lo que se lo trataba con medicina para el dolor, hasta que el 2 de febrero de 2003 falleció.

Finocchietti


La rama de la familia Finocchietti (o Finochietto en su modificación Argentina) originaria de la región Toscana, reside en la zona de Mar del Plata desde 1980, pero sus ancestros ya habían emigrado hacia Buenos Aires en la segunda mitad del siglo XIX.
En la Argentina encontramos también otras ramas de los Finocchietti (vero cognome) de origen Ligure y realmente constituyen la mayoría de los portadores del apellido en este país, que coincidentemente también habían inmigrado en el siglo XIX.
Todas las denominaciones: Finocchietti/Finochietti/Finocchietto/Finochietto son válidas y pueden pertenecer a un mismo origen, de hecho dentro de un mismo grupo familiar se ha encontrado todas estas acepciones.
Según diferentes citas bibliográficas, la familia Finocchietti es originaria de la Toscana, en particular de las provincias de Livorno, Pisa y Massa Carrara, pero dada la cercanía con la Liguria, se comprende que puedan haberse trasladado allí y tener algún origen común en siglos anteriores.


Los Finocchietti de la Toscana


Vista de Gassano en 1919
El primero de esta rama en arribar a la Argentina fue Giuseppe Paolo Finocchietti, quien había nacido el 22 de febrero de 1854 en el pueblo de Gassano, Comuna de Fivizzano, Provincia de Massa Carrara, Región Toscana.
En esa época la Comuna de Fivizzano, pertenecía al ducado de Módena y Reggio, un estado italiano que comprendía también el ducado de Massa - Carrara, y era gobernado por el Duque Francisco V (en italiano: Francesco d'Este V, Príncipe de Carrara y Lunigiana). 

En 1859 el Ducado de Módena pasó al reino de Cerdeña, cuyo Rey era Víctor Manuel II e incorporado luego, en 1861, en el nuevo estado unificado de Italia. El núcleo familiar de Giuseppe Paolo estaba constituido por su padre, Antonio Lorenzo Finocchietti (Gassano 13/7/1819 – Moncigoli 2/6/1869), su madre Marianna Ricci (Gassano 25/7/1817 – Viano 31/12/1862) y sus hermanos: Eugenio, Francesco, Samuele, Laura y Maria; todos nacidos también en Gassano, Comuna de Fivizzano.

A su vez Antonio Lorenzo, era hijo de Giambattista (Gragnola 15/7/1785 - ¿?) y de Maria Biancardi (16/9/1786 –  ¿?), tuvieron también seis hijos: Antonio Lorenzo, Francesco, Giuseppe, Teresa, Domenica, Lorenzo. 

Los datos de sus abuelos son muy pocos, sólo se sabe que se llamaban Francesco y Domenica, (principios del 1700) y se supone que eran también del lugar.

 
Vista de Fivizzano en la actualidad

En trabajos genealógicos posteriores se ha comprobado que la familia Finocchietti ha vivido en las cercanías de Fivizzano desde mediados del siglo XVIII hasta la actualidad, y a no mas de 25 km de distancia entre los pueblos, es decir, por casi 300 años habitan, sin duda alguna, en la actual Provincia de Massa Carrara, en la Región Toscana. No se puede afirmar nada sobre años anteriores al 1700, dado que no hay información certera.




Emigración hacia la Argentina

Giuseppe Paolo, contrae matrimonio el 12 de febrero de 1881, en la Parrocchia dei SS. Lorenzo e Lucia en Gassano, con una joven también oriunda del lugar, llamada Massimina Spinetti,  nacida el 20 de febrero de 1860.

Casa de la familia Finocchietti en Gassano (1935)

Los Finocchietti en Gassano fueron los encargados de  la Oficina de Correos del pueblo durante 104 años, pero Giuseppe Paolo declara en su acta de matrimonio de 1881, que se dedicaba al oficio de Molinero.

No hay referencia exacta sobre la fecha de emigración a la Argentina, por documentos familiares se sabe que el matrimonio vino de Italia con al menos un hijo llamado Ermino León nacido cerca de 1882 y existe un registro donde consta que del año 1885 ya habían bautizado a un hijo argentino en la Iglesia Nuestra Señora del Socorro, es decir que se radicaron en Buenos Aies entre 1882 y 1885.  En esa época Julio Argentino Roca era el presidente de la próspera Argentina. Sobre su actividad laboral figura como empleado, pero no indica en que rubro. Sus domicilios fueron entre otros: Paseo de Julio 1138 (actual Leandro N. Alem) (1889), Monroe 2670 (1916),  Moldes 2957 (1934), todos en la Capital Federal.

Giuseppe murió el 8 de septiembre de 1934 y Massimina en 1930, ambos en Buenos Aires, logrando alcanzar una vida próspera, que permitió brindar una adecuada educación a sus hijos.

La generación nacida en Argentina


Antonio Segundo Finocchietti (1915)


Giuseppe y Massimina tuvieron seis hijos, tres nacieron en Italia (Erminio, Maria y Zaira),  y tres en Buenos Aires (Antonio, Antonio Segundo y Sabina), pero Maria, Zaira y Antonio fallecieron siendo muy pequeños.

Erminio León, se casó en Buenos Aires con Rosa Maria Gianella, tuvieron un solo hijo varón llamado Ángel José, quien no dejo descendencia masculina.

Sabina se casó con Andrés Bordo y tuvo tres hijos.

Antonio Segundo Finocchietti (o Finochietto), nace en Buenos Aires, el 30 de enero de 1889,  y tuvo descendencia masculina, permitiendo de esta forma la continuidad del apellido.

La modificación del apellido se produce en ésta generación, cuando contrae matrimonio con Elvira Haydee Barberis el 14 de agosto de 1916 en Buenos Aires, ya figura en el acta matrimonial como Finochietto. 

No esta muy claro el motivo que el apellido Finocchietti fuera variando hacia Finochietto, pero no cabe duda que esta versión mas “españolizada” tenía mayor aceptación social a principios del siglo XX.


Antonio Segundo y Elvira tuvieron a su vez dos hijos Jorge Raúl que nació el 9 de abril de 1920, en Chivilcoy, Provincia de Buenos Aires y Oscar Hugo nacido en 1924.



La residencia en esa ciudad se debió a que Antonio Segundo trabajaba para el gobierno nacional como funcionario de la Dirección de Impuestos a los Réditos, y estaban temporalmente radicado allí por razones laborales. 

Es de destacar que en esos años, el trabajar en la función pública era motivo de orgullo y señal de reconocimiento a los méritos intelectuales, y sin duda requería una educación esmerada. 

La muerte lo sorprendió muy joven, a los 45 años, en 1935, de causa de una afección cardíaca. La familia se encontraba viviendo en la ciudad de La Rioja.




Vinculación con los familiares italianos.


Jorge Raúl (padre) se casó Leonor Nora Lohèzic, quien había nacido en la ciudad de Tucumán el 7 de febrero de 1926, de este matrimonio nacieron tres hijos: Leonor Nora (h), Jorge Raúl (h) y María Laura. 

Su actividad laboral fue en Seguros, representado a varias compañías tanto del exterior como nacionales.

Siempre mantuvo el interés por los orígenes italianos de la familia, ésta inquietud tuvo un resultado exitoso cuando a fines de la década de 1960, viviendo transitoriamente en Caracas, Venezuela, en forma casual toma contacto con primos lejanos de Fivizzano, Lino Finocchietti y sus hijos Flavio y Romana.
Esta vinculación se ha mantenido a través de todos estos años y continúa hasta el presente.

También por esa época Jorge Rául (p) y Oscar realizan actividades en la comunidad italiana de Venezuela, otorgándoles por las mismas el grado de Commendatore de la Orden de San Giorgio di Carintzia el 15/10/1958.

 

Ya de regreso a la Argentina, se interesó por los Estudios Genealógicos de familias italianas, participando en diferentes Asociaciones que trataban estos temas. Su biblioteca sobre la especialidad es fue una de las mas completas de la Argentina.



Falleció a los 58 años, un el 27 de julio de 1978 en la ciudad de Buenos Aires, a causa de una enfermedad cardiaca, no completó su obra, pero ha dejado como herencia el sentimiento e interés por los orígenes italianos de la familia.


Radicación de los Finocchietti (Finochietto) en Mar del Plata

Jorge Raúl (h), quien escribe esta reseña familiar, se casa con María Isabel Meijome el 28 de julio de 1978, del matrimonio nacen Jorge Manuel (Buenos Aires, 8/3/1951), Maria Dolores (Mar del Plata, 30/7/1986) y José Mariano (Mar del Plata 2/10/1989). 

Las razón de ésta radicación definitiva fue la aceptación de una propuesta laboral para participar en un nuevo proyecto educativo universitario en esta ciudad.

Gaspari


Don José Ángel Fortunato Gáspari, nació el 9 de julio de 1888, en Massa di Sassorosso, pueblo de la Comuna de Villa Collemandina, de la provincia de Lucca. Era hijo de Luis Gáspari y Pelegrina Lemmi.
En busca de mejores oportunidades laborales, deja su pueblo natal a los 16 años e inmigra hacia la Argentina, para arribar el 15 de junio del año 1905 a bordo del buque Orion para luego trasladarse hacia Mar del Plata. Allí, se aloja en la casa de su tío Anselmo y comienza a trabajar con él, en la empresa constructora de Anselmo y Olinto Gáspari.
Para cumplir con el servicio militar, vuelve a Italia, retornando a los 22 años a bordo del buque Príncipe Di Udine el día 30 de julio de 1910. Entonces, integra la firma constructora con sus tíos y contrae matrimonio con su prima Teresa (Jacinta), hija de Anselmo, quien había nacido en Mar del Plata (en Tucumán y Juan B.Justo) el 9 de enero de 1894.

La ceremonia religiosa, se celebra en la Basílica de los Santos Pedro y Cecilia (hoy Catedral) el 4 de julio de 1914 y
fijan su residencia en la calle Salta 2131.

En el año 1920, junto a su tío y suegro Anselmo, construyen la cripta de la Catedral de Mar del Plata, que se halla bajo el Altar Mayor.
Al fallecer Anselmo, queda al frente de la empresa junto a Olinto. Continúa con la construcción de obras sumamente importantes para la ciudad, como el Colegio Don Bosco, la Parroquia San Pablo, el Gimnasio del Colegio Santa Cecilia, Colegio María Auxiliadora, diversos trabajos en las estancias "La Peregrina", de Teófilo Bordeu, "Laguna de los Padres", de Eusebio Zubiaurre, "Las Piedritas", de Miguel Egozcue, "El ojo de agua", de Victorica Roca, "El Descanso" y "La Estela", de Horacio Cobiela y chalets pertenecientes a personalidades de la ciudad y distinguidos veraneantes (algunos se conservan en la actualidad). Todas estas obras fueron concluidas por su hijo Arturo Emilio (quien era constructor) y trabajaba junto a su hermano Luis Anselmo y a su primo Antonio Martín, que continuaron con la empresa fundada por su abuelo. Al jubilarse los tres, le dan de baja a la empresa constructora "Arturo, Antonio y Luis Gáspari". El sello de dicha empresa, quedó grabado en muchas viviendas y edificios de nuestra ciudad.


 


Don José y Doña Teresa, tuvieron siete hijos: Luis Anselmo, nacido el 2 de abril de 1915; Arturo Emilio, el 5 de septiembre de 1916; Elio Bartolomé, el 16 de abril de 1919; Pelegrino, el 10 de septiembre de 1921; Palmira María, el 12 de agosto de 1924; María Teresa, el 31 de diciembre de 1927 y Anselmo José, el 14 de mayo de 1934.


La mayoría de los descendientes, siguen viviendo en la ciudad y dedicándose a diversas actividades.

José Gáspari, fue una persona sencilla, afable, servicial, amable y sumamente
comprometida con el prójimo y las obras de bien. Perteneció a la Acción Católica Argentina, con sede en la Catedral y concurría diariamente a misa de 8 hs., que presidía Monseñor Juan Martín Zabala (de quien era gran amigo).
Ocupó diversos cargos en la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y en el Centro de Constructores de Mar del Plata. Fue uno de los primeros Cooperadores Salesianos.
A los paisanos, que llegaban de su pueblo corridos por una Italia desvastada y empobrecida por la guerra, los alojaba en su casa, dándoles abrigo y trabajo.






Don Anselmo Alejandro Gaspari nació en Massa di Sassorosso, pueblo de la comuna de Villa Collemandina en la Provincia de Lucca, el 21 de abril de 1866. Sus padres fueron Giuseppe Antonio, nacido en 1824 y Francesca Burícchi.

 Massa Sssorosso, Villa Collemandina
Anselmo fue el sexto hijo de 10 hermanos, de los cuales cuatro emigraron a la Argentina con destino final en Mar del Plata. Ellos son: Anselmo, Giocondo, Jerónimo y Olinto; a excepción de Jerónimo que permaneció soltero, los descendientes de los otros hermanos permanecen en la citada ciudad.
Cabe hacer resaltar que Massa pertenece a una región de paisajes llamada la Garfagnana y se extiende a lo largo de la parte superior del río Serchío, rodeado de montañas en ambas márgenes, tanto de los Apeninos como de los Alpes Apuanos. Región teñida de leyendas, migraciones, diversidad de cultivos, bellezas naturales y laboriosidad de su gente.
También es justo señalar que el apellido Gáspari probablemente proceda del otro lado de la montaña, de la Región de la Emilia Romagna, por cuanto el mismo ya consta en documentos a partir del 1600.
La fecha de su llegada a Mar del Plata corresponde a la de los primeros años de su fundación; recordemos que entonces no existía la Ruta Nacional N° 2 y el tren llegaba sólo hasta la ciudad de Maipú. Desde allí, los inmigrantes viajaban en carretones con todos sus baúles.
Con sus hermanos y otros emigrantes de Massa se dedicaron a la albañilería. Posteriormente, junto con su hermano Olinto fundaron una empresa constructora, que luego continuó con sus descendientes y en donde los inmigrantes que venían de aquella zona, encontraban trabajo en la misma.
Anselmo Alejandro contrajo enlace con doña María Doménica Palmira Manetti, nacida también en Massa el 30 de septiembre de 1866, hija de Bartolomeo, famoso éste por la fotografía frente al Hotel Bristol, que aparece acompañado por sus 42 nietos. De esta unión nacieron: Fortunato (muerto de niño), Teresa a la que llamaban Jacinta, Francisca, Fortunato, Alejandro y María Pía (fallecida también de muy joven). Primeramente había residido en la calle Tucumán y la Av. Juan B. Justo, donde nacieron sus primeros hijos.
Posteriormente, se instaló definitivamente en la calle Salta 2131, en un gran solar cuya casa había sido construida con 4 habitaciones, corredor, baño, salón comedor, cocina y vestíbulo. Ambientes espaciosos y altos, al estilo de la época. La casa estaba rodeada de árboles frutales, donde no faltaba el castaño, el nogal, el olivo y la parra de cepas importadas. El terreno se extendía hasta la calle Jujuy y más tarde fue dividido en lotes para sus 4 hijos.
Anselmo con su esposa e hijos, viajó a Italia en el año 1912 para visitar básicamente a sus familiares más cercanos que habían permanecido en ese país. La empresa constructora que dirigía estaba muy bien conceptuada y se ocupó de trabajos importantes no sólo en la ciudad, sino también en la zona rural. Entre las mas importantes de esta última, están las propiedades del Sr. Zubiaurre en la Laguna de Los Padres. En la ciudad, trabajó para diversas instituciones, entre las más destacadas están el colegio Santa Cecilia y el Instituto Peralta Ramos.
Entre las obras mayores, debemos señalar la construcción de la cripta de la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia, debajo del altar mayor, asesorado por el ingeniero Guillermo Frávega. También dirigió la obra de la parte más antigua del colegio Don Bosco, con frente a la calle Rivadavia.
Entre los edificios existentes actualmente que llevan la impronta de la empresa constructora, podemos citar el de la calle Aristóbulo del Valle y Gascón, hoy Villa Robla, y otros muchos chalets con el estilo de la época.

No se puede dejar de mencionar, su importante intervención en la fundación de la Obra Don Bosco por su amistad con la familia Pagliere, especialmente del Padre Esteban. También recibe, acompaña y sostiene al Padre David Ortega en sus primeros pasos.
En otro orden, podemos decir que Anselmo participó en actividades de bien público como la Banda Municipal y la Sociedad Garibaldi de Socorros Mutuos.


Como rasgos distintivos de su personalidad, se puede afirmar que era muy apreciado por su dedicación al trabajo y su competencia en el mismo; además, se destacaba por su bonhomía, su figura imponente y por sus grandes bigotes.

Debido a una grave enfermedad, falleció el 30 de septiembre de 1929.
Sus restos reposan en la bóveda de la familia Gáspari, en el cementerio de "La Loma"; testigo de que era muy querido por sus familiares y obreros, junto a la puerta de la misma se halla una placa con su nombre y fotografía.


Guazzelli



Don José Guazzelli
nació el 9 de mayo de 1877 en Castiglione di Garfagnana, Provincia de Lucca, Italia, en el hogar del matrimonio formado por Margherita Lucchesi y Raffaello.
Llega a la República Argentina a los 19 años junto a su padre, que a la sazón contaba con 46 años, el día 11 de septiembre de 1896 en el barco Ducchesa Di Genova. Ambos ingresan al país manifestando que su oficio principal era el de picapedrero.
Su madre Margherita queda en Italia con sus hermanos Nello, Umberto Amadeo, Amelia, Gemma y Nella.  


Contrae enlace el 7 de febrero de 1903 en la ciudad de Mar del Plata con la Señorita Valeria Antonia Lemmi, hija de un pionero y también de origen toscano, el Cavaliere Ferdinando Lemmi, estableciendo su primer hogar en la calle Alte. Brown 2950.


La casa fue construida sobre la medianera del fondo y avanzando sobre las medianeras laterales, quedaba el patio en el centro con una pajarera y un jardín lleno de flores en el frente. Las parras de uva “chinche” y “frágola” formaban una glorieta en el patio y en el pasillo de entrada y de cuya cosecha don José elaboraba vino casero para consumo familiar.


 Cuando su situación económica le permitió, hizo edificar en el terreno contiguo en Alte. Brown 2940 un chalet de primera categoría, al mejor estilo de los que se edificaron en la época en la ciudad de Mar del Plata y que aún hoy sus actuales dueños lo conservan con el mismo cuidado de siempre. 

En él se destacaba en la ventana de vitraux del dormitorio principal ubicado en planta alta el escudo familiar del apellido Guazzelli, como así también ese mismo escudo, labrado en metal, se encontraba presidiendo el living del chalet en la pared arriba del hogar.

Todavía mantenemos presente en nuestra memoria aquella anécdota que nos contara la nonna Valeria y que nosotros sus nietos pudimos verificar, acerca de un retrato al óleo del destacado pintor Boni, que por su fidelidad a la realidad y por el ángulo de su ubicación en una de las paredes del living, parecía que don José estaba mirando por la ventanita mirilla de la puerta de entrada principal.
En este hogar, se gustaba en muchos domingos del año, entre los familiares y amigos de la casa, el té con exquisitos “scones” elaborados por su esposa Valeria y también con masas finas.



Tuvieron 5 hijos: Yordano, Velia Gemma Margherita, Tosca Nella Gisella, Bruno Enrique y Aldo José, quienes crecieron y estudiaron en la ciudad de Mar del Plata.  

Los varones permanecieron en su lugar de nacimiento y las mujeres tras su casamiento emigraron con sus maridos a otras ciudades de la Provincia de Buenos Aires.

En 1926 volvió a Italia para visitar a sus familiares y amigos que aún estaban vivos.



Era un hombre apuesto, delgado, alto, de casi 1,80 mt., cabellera rubia, crespa y abundante, y con los años sus canas habían adquirido un blanco muy especial. Sus ojos fueron claros y había perdido el ojo derecho como consecuencia de un accidente de trabajo, en su oficio de picapedrero en Argentina; tenía un ojo de vidrio que le producía úlceras en la cavidad ocular, motivo por el cual decidió usar definitivamente anteojos con un vidrio oscuro.
Vestía con elegancia, era todo un “gentleman” y tenía un gusto exquisito para elegir su indumentaria, combinaba sus pantalones con sacos tipo cazadora, usaba camisas, chombas y pañuelos de cuello de seda italiana, sueters tipo bariloche y zapatos de calidad.
Era un hombre simpático, pero con una personalidad dominante dentro de su familia. Como dato de esta característica personal, se conoce que en el nacimiento de su primer hijo Yordano, su suegro el Cav. Lemmi le sugiere que le ponga como nombre Hermenegildo a lo que le responde de inmediato: que si él tuvo varios hijos varones porqué no le puso ese nombre a alguno ellos.
Aunque no lo haya demostrado, también tuvo nostalgias de su terruño, motivo por el cual solía ir de vacaciones a Río Ceballos (Provincia de Córdoba) porque comentaba que era muy parecida a la zona de Castiglione de Garfagnana.

Su vida social

En su vida de relación, ya sea social, cultural o de trabajo, ganó muchos amigos, por lo que siempre había alguno de ellos almorzando en su casa. En la temporada estival, hacía fiestas por la noche agasajando a sus amigos de Buenos Aires.
Siempre tuvo el gusto de tomar a las 11 horas su vermouth con papas fritas, en el almacén La Reforma (hoy desaparecida),  que se encontraba en la esquina de Belgrano y San Luis. En su casa le encantaba disponer de todo tipo de quesos, que guardaba cubiertos con una tela muy fina en el aparador, porque solía decir que los que se ponían en la heladera perdían sabor.
Tuvo una especial sensibilidad al albergar a inmigrantes italianos en una casa de departamentos de condición muy humilde ubicada en la calle San Lorenzo 3124/30, hasta que ellos pudieran conseguir trabajo e independizarse.

Fue uno de los socios fundadores del Club Náutico Mar del Plata y de la asociación Circulo Italiano (Santiago del Estero 1682), constituidos el 25 de  marzo de 1925 y el 5 de junio de 1927, respectivamente.


Su actividad empresarial

Había creado una empresa de pintura de mucha relevancia en la ciudad de Mar del Plata, que luego fue dirigida por sus hijos varones, realizando innumerables obras de significativa importancia, siendo la más destacada por su tamaño el edificio del Casino, el Hogar de Enfermos Crónicos Nuestra Señora de Lourdes. También pintó chalets propiedad de personalidades de la sociedad porteña y del interior  como Alberto Gainza Paz, Concepción Unzué de Casares, Eduardo Cornejo Saravia y otros. Trabajó para arquitectos como el Sr. Alejandro Bustillo, de conocida trayectoria profesional en el país, Raúl Camusso, Córsico Piccolini, Auro L. Tiribelli, etc. y empresas constructoras como la de  Sartora e Hijos, Ferdinando Lemmi e Hijos, Arturo Lemmi y Hnos.  y otras.

Formó a obreros que, con el desarrollo de la construcción de edificios en propiedad horizontal por los años 1955 a 1962 aproximadamente, se convirtieron también en empresarios destacados de la pintura.

Entre otras actividades empresariales  que en la época en que fueron encaradas no prosperaron, estaban la agencia de automóviles Fiat y la concesión de baños turcos y peluquería de damas y caballeros  en el subsuelo del edificio del Casino.

Cuando decidió dejar de trabajar en la empresa de pintura, adquirió una quinta de 2 has. con frente a la calle 9 de Julio al 9100, con árboles frutales (cerezos, ciruelos, manzanos, higueras y un guindo),  plantas de uva espina o inglesa, de grosellas y de frutillas. Se cultivaban verduras y hortalizas y había un gallinero de donde se obtenían aves y huevos para el consumo familiar.

Para finalizar, se puede afirmar con claridad meridiana que don José fue digno ejemplo para sus hijos, nietos y amistades, reconociendo en él un modo propio de compartir con su esposa Valeria la vida conyugal al mismo tiempo que fue un hombre que tuvo contracción al trabajo, pero por sobre todas las cosas pasó por la vida haciendo amigos y solidarizándose con sus paisanos que arribaban a esta ciudad.

Falleció el 15 de diciembre de 1950 a los 73 años víctima de un cáncer muy doloroso, a punto tal que los médicos decidieron suministrarle morfina en sus últimos días.

Significado del apellido Guazzelli

Palabra italiana resultante de la aglutinación de 2 palabras: GUAZZA + ELI y la desaparición de la “a” ha formado GUAZZELLI.
Significa: Dios del rocío “Dio della Guazza”, ´porque “guazza” quiere decir rocío y “Eli” quiere decir en hebreo Dios.
Entre los nombres de familia, el patronímico GUAZZELLI es un apellido que designa una cualidad moral y simple al mismo tiempo.
Guazzelli, Celia Weber. Facultad de Porto Alegre, 1975.

Bibliografía y documentación:

“Italianos de Mar del Plata” de Roberto T. Barili.
“De cara al mar” de Natalio Marengo
Actas de nacimiento, de casamiento y de defunción
Investigación en Google (internet) en la página de Fundación Agnelli:
Entrada de pasajeros a Argentina-Archivo de inmigrantes/barcos de Agnelli/listado de pasajeros/1896.
Testimonios: Velia Navarro, Teresita Guazzelli y Norberto Guazzelli, y el aporte adicional de Fernando Hugo Guazzelli.




Don Umberto Amadeo Guazzelli. En el hogar del matrimonio formado por Margherita Lucchesi y Raffaello Guazzelli nacen 5 hijos a quienes llamaron Amelia, Gemma, Giuseppe, Umberto Amadeo y Nello.

En este espacio vamos a relatar brevemente una semblanza de Umberto Amadeo, quien si bien no residió directamente en Mar del Plata fue el progenitor de 3 hijos, 2 de los cuales participaron activamente en la vida y desarrollo de esta ciudad.

Umberto Amadeo nace un día 16 de mayo de 1880 en Castiglione di Garfagnana, provincia de Lucca.

La familia contaba por aquel entonces con un modesto molino harinero, en donde él ayudaba a su padre desde muy joven. Sin embargo, como esa actividad no era lo suficientemente rentable como para vivir dignamente todos ellos, decidió tomar otros rumbos para poder independizarse. En esta inteligencia, sigue el mismo camino de su hermano Giuseppe que había decidido unos años antes emigrar para América, más precisamente a la República Argentina.

Año 1912, Umberto Amadeo con su esposa Carolina y si hijo Italo
Antes de partir hacia el Nuevo Continente contrae enlace con la Srta. Carolina Biagioni, nacida en 1879 en la localidad de Sillico, provincia de Lucca.

No se conoce exactamente la fecha por carecer de datos precisos, pero se supone que Umberto Amadeo con su esposa arriban al puerto de Buenos Aires en el año 1908.

Año 1913, Umberto Amadeo con su esposa Carolina en Mar del Plata.
No fue fácil encontrar trabajo a su llegada, motivo por el cual realizó diversas tareas hasta que consiguió emplearse con la familia Alvear, como chofer de autos de la misma.

 En su permanencia por esta ciudad capital, nacieron sus 3 hijos: Italo Rafael Argentino, Amelia y Américo.

Con toda su familia regresa a su pueblo natal en el año 1922, poniendo en marcha el molino que había quedado cerrado por cuanto sus hermanos varones y su hermana Amelia habían emigrado y probablemente había fallecido su padre. Teniendo en cuenta que la situación económica no mejora, en el año 1925 toma la decisión de volverse a la Argentina con su hijo Italo, dejando a su esposa y sus otros 2 hijos más chicos en el molino.



Año 1926, Umberto Amadeo con su hijo Italo en Santa Fe
En este punto del relato es preciso destacar que, por el testimonio que había dado mientras estuvo en el país que lo adopta, por su presencia elegante y por otra parte, por el cuidado que tenía con los automóviles, le permitió obtener nuevamente el empleo con la familia Alvear, esta vez destinado a la provincia de Santa Fe. 

Año 1926, Umberto Amadeo en uno de los autos que manejaba
Por su característica personal de hombre nómade y mientras cumplía con sus deberes laborales en esa provincia, comienza a pergeñar en su mente un nuevo regreso a su patria. 

Después de 4 años de intenso trabajo, vuelve a Castiglione de Garfagnana con Italo en 1929 y con los ahorros que contaba compra unas tierras en las afueras de ese pueblo.

No termina aquí la historia de sus viajes. En efecto, llamado por Italo, que  se había radicado junto con Américo en el año 1937 en la ciudad de Mar del Plata, vuelve una vez más a la Argentina en el año 1953, en esta oportunidad con su esposa Carolina y su nieto Umberto.

Sus últimos años de vida lo cuenta la ciudad de Mar del Plata como otro inmigrante más de la Toscana; fallece el 7 de diciembre de 1956 cuando tenía 76 años. Un tiempo después, fallece su esposa Carolina el 31 de marzo de 1963.

No podemos dejar de lado en este relato, a sus 2 hijos varones, que si bien habían nacido en este país de promisión, fueron inmigrantes de corazón al haber ellos vivido muchos años en Italia.
Pero Italo Rafael Argentino nacido el 30 mayo de 1911 en la ciudad de Buenos Aires, tiene un “plus” por varias razones. 
Año 1932, Italo cuando hacía el servicio militar en el regimiento alpino

La primera de ellas por haber cumplido con la obligación de hacer el servicio militar en el regimiento alpino del Ejército como consecuencia de ser hijo de italianos. 

La segunda por el simple hecho de haberse unido en matrimonio en el año 1931 con la Srta. Lina Di Romualdo, nacida el 26 de marzo de 1909 en Sillico, de quien podemos decir sin lugar a dudas que ella era una Inmigrante Toscana en Mar del Plata por haber residido en Mar del Plata desde el año 1938 hasta el día de su fallecimiento, el 22 de enero de 2001. 

Y la tercera y no menos importante razón es el nacimiento de sus 2 hijos, Vilma y Alvio Ivo en Castiglione di Garfagnana, quienes han formado parte de la comisión directiva de la asociación Famiglia Toscana di Mar del Plata, siendo este último  su actual presidente.  
Italo Rafael Argentino fallece el 5 de octubre de 1988.
Año 1937, foto sacada en "il molino" antes de partir Italo y Américo para Argentina. Arriba de izquierda a derecha: Italo, Américo, Amelia con su hijo Venanzio en brazos, Bruno Ugolini (esposo de Amelia), Angelo Di Romualdo (padre de Lina). Abajo: Vilma, Umberto Amadeo, Carolina, Lina y Alvio Ivo.
Año 1955, en Varese (ex playa de los ingleses), Umberto, Alvio Ivo, Vilma, Umberto Amadeo, Italo y Lina.
Cerramos este capítulo sin olvidarnos del otro hijo varón de Umberto Amadeo, quien es Américo, nacido en la ciudad de Buenos Aires el 25 de mayo de 1919. Regresa a la Argentina en 1937 y de su casamiento con Genny Nicolini, tuvo 3 hijos: Eduardo,  Ricardo Andrés y Gerardo Bruno .
Américo fallece el 23 de octubre de 1992.


Sería injusto pasar por alto a la hija mujer de Umberto Amadeo:  Amelia, nacida también en la ciudad de Buenos Aires el 18 de septiembre de 1916, quien se radicó definitivamente en Italia. De su matrimonio con Bruno Ugolini, tuvieron  2 hijos llamados Venancio y Umberto. Este último vino a la Argentina con su abuelo en el año 1953, a quien también debe considerarse otro Inmigrante Toscano en Mar del Plata; es de estricta justicia hacer mención que ha sido integrante de la primera comisión directiva de la asociación Famiglia Toscana y uno de sus presidentes.
Amelia fallece en Italia el 2 de junio de 2002.